Hearth and home es un tejido hecho en telar de técnica sencilla, un entrelazado de trama y urdimbre, un tapiz de lana ruda de ovejas que viven en los verdosos campos del País Vasco.

Dicen que cuando tejes, creas desde tu propia sustancia; que el tejido es un cruce de tiempo y espacio donde el mundo visible se une con lo invisible.

Éste tejido habla de las montañas, de las colinas y de los ríos, de los paisajes conocidos y de aquellos imaginados; recuerda a la madre tierra, a nuestro hogar sólido y terrenal. Habla de dónde encontró su hogar mi abuela en aquellos paisajes áridos y montañosos del desierto, y donde encuentro yo el mío, en las montañas altas y silenciosas. Éste tejido invita a la contemplación y al descanso.

Y allí entre las líneas bordadas en el tapiz encontramos unas aperturas, unas pequeñas ventanas por donde entra el aire, la luz del sol y los colores, unas pequeñas líneas donde los mundos se unen, y “afuera” es “adentro”, y nos invitan acercarnos y mirar a través de ellas.

¿Y hacia dónde miramos?

Hacia el cuerpo acogido, descansado y en equilibrio, hacia esa sensación de “estar en casa”, hacia nuestro centro interno, hacia el calor que nos arropa cuando conectamos con nuestra propia esencia.

O quizá hacia ese sentimiento de nostalgia del útero de nuestra madre que una vez habitamos, de nuestra raíz, de nuestros orígenes…

O tal vez, hacia la añoranza del paraíso perdido de nuestra madre tierra. O simplemente hacía el calor y la luz del fuego del hogar que destella por las ventanas, ese fuego que nos protege del frio y de la oscuridad, ese sol doméstico, el centro vivo de nuestra familia, de nuestra comunidad y de nuestro mundo.